PEDRO JUAN DE  MOLINA

(1697-1775)

Franciscano descalzo, superior general de su Orden. El P. Pedro Juan de Molina nació en Onil, provincia de Alicante (España), el 4-IX-1697. Después de estudiar humanidades, vistió el hábito franciscano en el convento de San Juan de la Ribera de Valencia, junto con un hermano suyo llamado Antonio. Terminados los estudios teológicos fue nombrado lector, primero de artes y luego de teología. Sus dotes humanas y morales le hicieron ganarse el aprecio de sus superiores, que pronto le encomendaron cargos de confianza. Sobresalió en la oratoria sagrada. Fue enviado a Roma como secretario de los descalzos y postulador de la causa de beatificación del entonces venerable Andrés Hibernón, y allí trabajó con celo y provecho. Gracias a sus trabajos, la Provincia de San Juan Bautista, que era la suya, pudo fundar en Roma el convento de Sancti Quaranta el año 1731. Asistió al capítulo general celebrado en Valladolid en 1740, con voto que le dio el papa, y en el mismo fue elegido procurador general de los descalzos de España y de los recoletos de Francia, cargo que desempeñó 10 años consecutivos con tal acierto que mereció elogios de Benedicto XIV.

En el capítulo general celebrado en Roma el 16-V-1750 y presidido por el papa, fue elegido ministro general de la Orden. Terminado su gobierno el 5-VI-1756, gobierno que ejerció con gran acierto y sabiduría, fue nombrado comisario general cismontano. De nuevo, en el capítulo general celebrado en Mantua el 29-V-1762, fue elegido ministro general. El papa le concedió para todo su generalato autoridad de comisario-visitador apostólico. Con la publicación de una patente dio nuevo impulso a los estudios de elocuencia y de S. Escritura. De otro lado, encaminó sus esfuerzos a perfeccionar la legislación de la Orden: en 1761 el papa aprobó el Códice de leyes para las Provincias Descalzas, y luego, en 1765, la Compilación de los Estatutos para la Familia Cismontana, que, en 1768, al ser aprobados por el capítulo general de Valencia, recibieron el nombre de Colección Valentina. Durante su segundo mandato, debido a las circunstancias sociales, tuvo que sufrir muchos sinsabores. En el capítulo general celebrado en el convento de San Francisco de Valencia el 21-V-1768, le sucedió en el oficio el P. Pascual Frosconi de Varese.

Libre de cargos y oficios, se retiró al convento de Nuestra Señora del Rosario de Villareal (Castellón), donde llevó una vida de piedad y observancia ejemplares, sin rehuir el fregar y barrer. Murió el 28-VII-1775 y fue enterrado en el suelo, ante la puerta del camarín de san Pascual Bailón. [Conrado Ángel y A. Llin].

 

¿Te gusta el Blog?

Comparte con tus amigos para dar a conocer Familia Franciscana.