SANTA BEATRIZ DE SILVA
Biografía y carisma

 

 por sor Eva Magaña Martínez,
Abadesa del convento de San Antonio de Algezares (Murcia)

 

 

 

Santa Beatriz de Silva es la madre fundadora de la Orden de la Inmaculada Concepción, también conocidas como Concepcionistas Franciscanas.

Las distintas biografías la describen como una doncella dulce y hermosa. Ella nació en la Villa de Campo Mayor, Portugal, en el seno de una familia católica. Aunque no hay una fecha exacta de su nacimiento, lo más probable es que fuese entorno al año 1437. Sus padres le inculcaron el amor y la devoción al misterio de la Inmaculada Concepción y su educación estuvo a cargo de frailes franciscanos, como era la costumbre entre las familias nobles de aquella época. Hablamos del siglo XV. Su vida se manifiesta como la mujer del silencio, ya que no se conserva ningún manuscrito de ella.

De su vida se sabe que vivió un tiempo entre las Cortes de la Reina Isabel y que luego se traslada al convento de las Dominicas de Toledo con quienes convive durante 30 años en calidad de seglar. Ese tiempo de aislamiento del mundo exterior, le permitió vivir con intensidad la devoción de la Concepción Inmaculada, la Pasión del Señor y la Eucaristía. En el convento toledano, Beatriz comenzó a perfilar la futura orden con la espiritualidad de María Inmaculada.

En 1484, Beatriz deja el Monasterio de Santo Domingo y pasa con algunas compañeras, —que luego serán la primitiva comunidad—, a la casa llamada Palacios de Galiana y la iglesia de Santa Fe, en Toledo, cuyo edificio fue cedido por la reina Isabel la Católica. Así se sentaron las bases de lo que posteriormente sería la Orden. Fue el papa Inocencio VIII quien autoriza la fundación del nuevo monasterio. Esto sucedió en 1489 y mediante el documento conocido como bula Inter Universa, se concedió el nombre y el hábito de lo que hoy es la Orden, presente en tres continentes. Santa Beatriz de Silva muere en 1491, sin ver la fundación de la Orden. En 1976 fue canonizada y sus restos se conservan para su veneración en la Casa Madre de Toledo.

El Carisma Concepcionista Franciscano

Cuando Santa Beatriz de Silva funda la Orden de la Inmaculada Concepción, aporta a la iglesia una nueva forma de vida y de seguimiento de Cristo, desde el servicio de alabanza y celebración de María Inmaculada. Por consiguiente, la novedad del carisma de Santa Beatriz es la defensa del dogma de la Inmaculada, que entonces formaba parte de las discusiones teológicas entre franciscanos y dominicos, y que lo zanjó el papa Pío IX con la bula Ineffabilis Deus del 8 de diciembre de 1854.

El carisma de la Orden es un dar y recibir la vocación al Dios que nos creó en su infinita misericordia. La mejor prueba de su amor es María en su Concepción Inmaculada. La Concepcionista Franciscana asimila la opción que hizo Santa Beatriz por amor a Jesucristo y a la Inmaculada. La Orden es íntegramente contemplativa y ese carisma es una forma de seguir a Cristo con María, desposándose con Cristo Redentor, por los consejos evangélicos de obediencia, castidad, clausura y pobreza, consagradas a honra de María Inmaculada.

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